Tertulias literarias for ever, selección y recomendación de autores y obras.


Estimados lectores:

Os damos la bienvenida a nuestras tertulias literarias. En ellas llevaremos a cabo la crítica de una obra mensual combinando una lectura clásica y una contemporánea. Para comenzar hemos elegido: "La cena" de Herman koch y "La herencia de Eszter" de Sándor Márai". Podéis acompañarnos en nuestras reflexiones y descubrimientos literarios, así como aportar ideas y comentar o debatir las nuestras.

Un saludo literario.






jueves, 7 de abril de 2011

"Los milagros de la vida" Stefan Zweig

"Las casas rezumaban un fino vaho y las calles conducían hacia lo incierto, aunque por ellas circulaba, como desciende la palabra de Dios desde las nubes, un tañido estruendoso y el zumbido de un clamor, pues las torres de la iglesia, desde las que las campanas se lamentaban orando con voz ahogadas, estaban sumidas en aquel gran mar de niebla indómito..."

Con este magistral inicio de la talla de Zweig, comienza la novela breve que nos desvela la historia de un cuadro con la bella imagen de la Virgen María y con ella la  historia de su protagonista, una soñadora doncella judía de finos rasgos y ojos oscuros y del viejo artista italiano, quien recibe el encargo para agradecer uno de esos milagros cotidianos. Tal vez no se trate de una historia de amor pero un halo especial surge entre los dos. Él, un hombre con experiencia a quien los años han vuelto sencillo; ella, una joven que está despertando a la vida.En el trasfondo, una sociedad dividida entre judíos y cristianos, un afán de conversión, un destino siempre presente  y una multitud enfebrecida que contempla a la joven como si se tratara de una aparición.

Una historia conmovedora, una insólita reflexión sobre los pequeños y grandes milagros cotidianos.

3 comentarios:

  1. ¿ Cuál es el rostro de la belleza , máxime si esta debe ser divina ? El pintor, que recibe el encargo de su vida, pintar la imagen de la Virgen que iguale o supere una primera obra hecha por otro pintor veinte años atrás,se encuentra ante el desafío de buscar la imagen imposible. Miles son las imagenes, miles son los rostros. En todos ellos - dice el pintor- hay algo de divino. ¿Pero cuál de ellos es el propio, la encarnación de la Virgen ? ¿ Cuáles son los atributos del alma ? ¿ Cómo el bien, la bondad, la sencillez, la veracidad, la ternura...se harán visibles en un rostro ? ¿Cómo representar lo irrepresentable ? Ese es el dilema del pintor. Si la obra pintada iguala o supera el original primero, no puede ser una mera reproducción, y menos aún la reproducción de un rostro adocenado. El arte debe superar las deficiencias de la naturaleza, plasmar la idea- decía Plotino-; ¿ pero cómo se puede representar la belleza ? ¿ Dónde encontrar la idea sensible de belleza, sencillez, bondad...? Ese pintor metafísico se encuentra ante una aporía : ningún rostro contiene o puede contener lo divino- la faz de la Virgen ( ¿ No es acaso una blasfemia como querían algunos- representar lo divino ? ¿ No es un encargo imposible ? ) Condenado de antemano, el pintor tan sólo puede esperar el fracaso : traicionar su arte, hacer una obra dleznable o mediocre, falsa, o quizás acaso...esperar que un milagro se produzca.

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  2. El viejo pintor duda de su arte ; si toda su vida ha tenido algún sentido. Si el hálito de la creación, del instante, ha decaído año tras año o aún vive en él. El encargo de la Virgen le lleva a la duda del valor de su obra y de su vida.
    El libro quizás nos explica como la vida- la vida como amor, como entrega- puede más que los prejuicios y los odios ( Estamos en Amberes en el siglo XVII, Protestantes contra Católicos, Flamencos contra Españoles, todos contra los judíos; ella, Esther, es judía, ha crecido sola, "con el fino instinto que los huérfanos y los rechazados tienen en el alma...")
    El milagro se produce doblemente. Primero, cuando el viejo pintor encuentra a Esther -por casualidad en las callejuelas del puerto viejo, maltrecho, decadente-; es la visión interior que llebava dentro de él. Después, cuando la visión se hace obra y el cuadro emerge, desde la feminidad de ella ante la aparición del niño- símbolo de la inocencia y de la vida que se renueva y crece.
    ¿Pero porque se encuentran precisamente ellos ? "Los dos estaban solos entre los hombres"- dice Zweig. Sólo el amor abre el rostro y el ser de la muchacha , devenida encarnación de la Virgen; sólo el amor abre los ojos del artista, la mirada interior, por la que lo inteligible se hace sensible y el arte aparece.

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  3. El tercer milagro es el aprendizaje de la vida de la niña, Esther, dejada de la mano de Dios , que se convierte en "La Virgen", y se abre al mundo y a la vida, de la que se sentía excluida desde el fondo de la niñez y adolescencia.

    El cuarto milagro es la obra de arte, obra creada por extraños caminos - como toda obra de arte que de veras lo sea-; de los que el pintor no sabría decir.

    El quinto milagro son ellos, los dos. Ella, la joven confusa y abandonada, que nace a la vida, y él, el viejo pintor que aprende a amar sin desear, que despierta al olvido , que sabe que ninguna obra-después de esa- le espera. Los milagros de la vida es que dos seres, a pesar de todas las adversidades, se encuentren y entre ellos surja una forma de amor desinteresado. De ser a ser.
    "Se quedaron aún un buen rato juntos. Empezaron de nuevo a hablar como en los viejos tiempos, pero con más tranquilidad y lucidez como dos personas que ya no tienen que buscarse, sino que se comprenden por completo"

    "Los milagros de la vida", también, el final en que la ficción y la realidad se entremezclan, la Madona "viva" y la Madona"representada" se hacen una y el designio se pierde y toda fe - ¿en la vida ? ¿ en Dios?- se tambalea. "Los milagros de la vida"- parece venir a decir Stefan Zweig-, no es sino la propia vida.

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